Labios.
No sentía aire en el pecho, se subió los culotes, el vaquero y se puso un jersey de esos de cuello ancho que caen como la propia piel por el hombro...apuró, cada paso era un suplicio; ni se percató que se avecinaba tormenta. No llevaba rumbo fijo, pero necesitaba volar. Olvidarse de todo. Mientras andaba empezó a llover, al principio suavemente empapando su cuerpo abandonado a un bochorno interno incapaz de detener...a los cinco minutos la lluvia entraba por cada resquicio de su ropa...ella caminaba ligera sin prisa y en su cara se dibuja una sonrisa maliciosa...le gustaba sentirse húmeda... Andaba y se mordía los labios dulcemente como sabía que él lo haría, se rozaba con los dientes, sin daño:- ¿No hay por qué? -pensaba- Y seguía caminando, aunque quería volver a casa no quería parar. Sus pies chorreaban agua de lluvia y la llevaban hacia un camino sin retorno...le deseaba tanto en ese preciso momento que sería capaz de todo... Se metió las manos en los bolsillos del pantal...