"Crónicas colegiales: Mi amigo el deporte"
Aunque intente mirarlo desde diferentes prismas está claro que la fama de patosa -que aún me persigue- nace en el mismo momento que me animé yo solita hacer deportes varios en el colegio. No me conformaba con las excursiones por los prados Asturianos, en los que practicábamos el sano ejercicio del paseo que va. Tenía que ser como las demás y meterme en camisas de once varas, como el fracaso ni se asomaba por mi mente a esas edades tempranas para que iba yo a desistir, ni hablar. Como en todos los colegios una de las asignaturas llamadas "Marías" era la gimnasia, no sé porque era obligatoria, pero se convertía dos veces por semana en un deber obligatoriamente horrible, por que mientras te dictaban una tabla de ejercicios aeróbicos-esa palabra es muy moderna de aquella no se pronunciaba- todo iba bien, derecha, izquierda, arriba y abajo etc...Bien. Sin problema, pero en el momento que nos decían aquello de "espalderas" ahí estábamos las más "super geniales...